Toqué una oruga y ahora me arde
Si no se te pasa en un ratito o si notás que te brotaste con urticaria, tenés náuseas o te cuesta respirar, buscá atención médica. Si ya se te pasó y ahora te picó la intriga, podés visitar la sección «¡Urticantes!».
Además, al manejar orugas que tengan muchos pelos rígidos, aunque no sean urticantes, hay que tener cuidado de no transferirse pelos de oruga a los ojos ni al interior de la nariz con las manos. Y en caso de tener pelos de oruga clavados en la piel, hay que extraerlos y no dejarlos estar.
Algunos problemas se pueden solucionar y otros no. Ahora bien, algunos factores catastróficos son generados por nosotros, mientras que otros vienen de las mismas mariposas o de su ambiente. Para empezar enfoquémonos en la prevención, como hacen los médicos.
Desde ya que delicadeza, higiene, buena vista (o en su defecto alguna ayuda óptica) e información adecuada van a ser fundamentales para tener menos problemas. Otro consejo general para prevenir accidentes es no dejar a los bichos desatendidos si en los alrededores hay niños de la variedad «plaga de cinco dedos», o mascotas que cazan y/o rompen cosas.
Prevención de riesgos (para nuestros bichos)
Orugas
- cuidar que el agua con que entran en contacto las orugas no tenga cloro ni pesticidas
- antes de trasladar oruguitas ínfimas de un lugar a otro, asegurarnos de que vemos bien lo que hacemos
- cuidar que las orugas no caigan al agua de un recipiente para hojas (llamado «florero» en este sitio)
- cuidar la higiene de las hojas para las orugas; no deben tener insecticidas
- limpiar las cacas de las orugas periódicamente
- no dejar a las orugas desatendidas, especialmente si están caminando para pupar
Pupas / crisálidas
- no tocar las pupas o crisálidas recién formadas
- cuidar que las pupas o crisálidas no se golpeen ni se caigan
- al despegar crisálidas de su soporte de seda, tener mucho cuidado
- cuidar que las crisálidas y pupas que pasan mucho tiempo en ese estado no se desequen
Mariposas
- cuidar que las alas de las mariposas recién eclosionadas puedan extenderse bien
- no agarrar a las mariposas por las alas
- no liberar mariposas cerca de depredadores (pájaros, arañas, gatos…)
- no alimentar a las mariposas con néctar artificial viejo
- no liberar mariposas que no sean nativas de la región
Amenazas naturales
Depredadores, parásitos y microbios
Este es todo un tema. Acá lo trato en detalle.
Mortalidad o deformidades por causas difíciles de establecer
De vez en cuando puede ocurrir que una oruga se desarrolle un poco y se muera aparentemente porque sí, o que alguna crisálida no prospere, especialmente durante la época fría del año, cuando el ciclo de vida de la mayoría de las especies se hace muy lento.
A veces una mariposa diurna que lleva mucho tiempo en estado de crisálida tiene problemas para eclosionar y se queda muchas horas a medio camino; en este caso es inútil tratar de ayudar, ya que aunque abramos la crisálida para que pueda salir, la mariposa no podrá extender las alas. En este caso probablemente es mejor recurrir a la nunca popular eutanasia.
Alas que no se extendieron bien tras la eclosión
Las alas que no se extendieron bien tras la eclosión —por lo general debido a que quedaron dobladas contra algún objeto— no tienen arreglo, salvo que queramos intentar un reemplazo de alas. Aunque a veces la distorsión de las alas no es muy grave y la mariposa puede volar bien igual.
Mudas mal hechas
Las mudas de piel mal hechas tienen consecuencias inesperadas, ya que pueden afectar a diferentes partes de las orugas. A veces se pueden sobrellevar; por ejemplo, en una oportunidad tuve una oruga de mariposa leopardo que hizo mal una muda y quedó con parte de la cápsula cefálica vieja pegada a su cabeza nueva, de manera que no podía abrir bien las mandíbulas para comer. Como no había caso de retirar el pedacito de muda vieja, recurrí a darle de comer un puré de hojas bastante humedecido, que no necesitaba masticar. Sobrevivió, aunque como se alimentó menos se convirtió en una mariposa un poco más chica de lo normal.