Generalidades

Conocer algunas características de las mariposas diurnas es importante porque nos permite entenderlas y manejarlas mejor.


La luz y el calor

Las mariposas diurnas están activas de día, pero para volar necesitan entrar en calor. Hay que recordar que no tienen «sangre» caliente, por lo que siempre están a la temperatura del ambiente que las rodea. Tienen buena vista y responden a la luz; si ven bastante luminosidad suelen ponerse inquietas, y si no consiguen volar de inmediato deben exponerse al sol un rato (asolearse) a fin de absorber suficiente calor como para volar. A veces también toman sol aparentemente por gusto, incluso al mediodía en verano, cuando nosotros no podemos soportarlo.

Un declive de la luz, por ejemplo cuando anochece o cuando ubicamos una mariposa a la sombra, hace que la misma pliegue las alas y se quede quieta. El mismo efecto le harán los días nublados, ya que las mariposas evitan volar cuando llueve. También es posible que perciban los cambios de presión atmosférica y por lo tanto sepan de antemano cuándo está por llover.

En la oscuridad, el relativo frío y la incapacidad de ver bien hacen que las mariposas diurnas prefieran suspender toda actividad, permaneciendo quietas y con las alas plegadas (llamémosle «dormir»). En esta postura muestran la cara inferior de las alas, que generalmente tiene colores apagados y a veces crípticos, que las ayudan a no ser vistas en esa situación vulnerable.

Sin embargo, esto de la actividad diurna es una cosa exclusiva de las mariposas adultas, ya que las orugas generalmente no hacen diferencia entre día y noche. Tienen ojos simples y la cuestión de la luz no parece afectarlas demasiado. Simplemente comen un rato y descansan un rato, independientemente de que sea de día o de noche.


Flores y colores

Una función importante de las mariposas diurnas es visitar las flores para tomar néctar, ya que de esa manera ayudan a la polinización y por lo tanto benefician a las plantas (y en buena hora, porque las orugas se las comen que da miedo). Como la mayor parte de las flores se abren de día, la relación entre las mariposas diurnas y las flores es conocida por todos. Precisamente, las flores son vistosas y coloridas para atraer a los animales polinizadores como las mariposas.

Los colores de las alas de las mariposas diurnas, por otra parte, les sirven para enviar mensajes. Pueden usarlos para atraer a una pareja, para hacerse notar frente a otras mariposas o para avisar a los pájaros que son tóxicas.

Obviamente, estas mariposas tienen una excelente visión del color, que incluye longitudes de onda que nosotros no podemos ver, en la región ultravioleta del espectro.


Crisálidas

Otra característica de las mariposas diurnas es que suelen pupar en crisálidas. Es decir que podemos esperar que formen crisálidas en lugar de pupas sueltas o pupas metidas en capullos de seda.


Nacer de día

Curiosamente, las mariposas diurnas tienden a eclosionar de día. Una crisálida tiene más posibilidades de abrirse a la mañana que a la noche. Esto puede interesarnos si queremos estar presentes para ver el acontecimiento o para sacar fotos.

«The flapper», cover illustration for Life Magazine by F.X. Leyendecker (1922)

Mariposas por excelencia

Al oír la palabra «mariposa» inmediatamente pensamos en una mariposa diurna. Tal vez sea porque nosotros también somos una especie diurna y normalmente no vemos a las mariposas nocturnas ni conocemos nada de su vida. Tampoco nos acordamos de los microlepidópteros, que no son llamativos. Además, los colores de las alas de las mariposas diurnas tienden a ser más variados e intensos que los de las nocturnas, y por lo tanto nos llaman más la atención.